El Cuadro Europeo de Indicadores de la Innovación (EIS. European Innovation Scoreboard)
El European Innovation Scoreboard (EIS) es una herramienta consolidada para la medición de los resultados en innovación, desarrollada por la Comisión Europea y con el objetivo de proporcionar un análisis comparativo del rendimiento de la innovación en los países de la UE, países vecinos y otros. [1]
La primera prueba del EIS se realizó en el año 2000 y se publicó oficialmente al año siguiente. Desde entonces se ha publicado anualmente.
Durante estos 19 años, ha pasado por numerosas revisiones, análisis cualitativos y cambios metodológicos para adaptarse precisamente a los desafíos de medir un fenómeno en constante cambio, como la innovación.
La última actualización en el enfoque, metodología e indicadores de la EIS tuvo lugar en 2017.
En esta Web se ha hecho referencia a estos informes con resúmenes, desde 2014.
Hemos procurado sacar conclusiones de los sucesivos cuadros de indicadores e identificar las barreras a la innovación que nos afectan y extraer algunas conclusiones con las acciones necesarias en distinta áreas para eliminarlas y mejorar. También hemos expuesto algunas recomendaciones para empresas y nuevos emprendedores de este país, sobre como poder superar dichas barreras en nuestro entorno. Ver:
Barreras a la innovación. Nov. 2014
Las barreras a la innovación aumentan en España. En. 2016
La innovación en España sigue retrocediendo. Sept. 2016
Resultados del European Innovation Scoreboard, (EIS) 2017. Mar. 2018
La Comisión Europea ha publicado en junio la edición 2019 del EIS. [1]
Destaca que el rendimiento de la innovación en el conjunto de la UE sigue mejorando. En comparación con el año pasado, mejoró en 24 países de la UE y la tasa de crecimiento de los países de menor rendimiento en comparación con los países de mayor rendimiento se ha acelerado. Desde 2011, el rendimiento medio de la innovación en la UE ha aumentado en 8,8 puntos porcentuales.
El incremento del rendimiento ha superado a Estados Unidos por primera vez, manteniendo una amplia ventaja sobre Brasil, India, Rusia y Sudáfrica. Sin embargo, China está alcanzando 3 veces la tasa de crecimiento de la UE así como Canadá, Australia y Japón, mantienen la ventaja sobre la UE.
Dentro de la UE, Suecia es el líder de innovación, seguido por Finlandia, Dinamarca y los Países Bajos. Lituania, Grecia, Letonia, Malta, el Reino Unido, Estonia y los Países Bajos son los innovadores de más rápido crecimiento.
La edición 2019 sigue la metodología de la edición 2018. Sin embargo, los resultados no deben compararse entre las ediciones debido a las revisiones de datos. Las series temporales que utilizan los datos más recientes permiten realizar un seguimiento del rendimiento a lo largo del tiempo.
A escala mundial, la UE sigue rezagada pero ha adelantado a los Estados Unidos y pierde terreno frente a Japón y Corea del Sur
En valores absolutos, la UE sigue detrás de Corea del Sur, Canadá, Australia y Japón.
Gráfico1: Resultados a escala mundial

En relación con Japón y Corea del Sur, la UE se ha ido quedando atrás y se prevé que la brecha en los resultados aumente aún más en los próximos años. La UE ha mejorado su posición respecto a Australia, Canadá y los Estados Unidos. China va ganando terreno, con una tasa de crecimiento de los resultados en materia de innovación que duplica la de la UE. Los resultados de la UE siguen siendo considerable mejores que los de Brasil, India, Rusia y Sudáfrica.
Las barras muestran los resultados de los países en 2018, en comparación con los de la UE en el mismo año.




Los resultados en la UE han mejorado para casi todos los Estados miembros
Por término medio, el nivel de los resultados de innovación de la UE ha aumentado en 8,8 puntos porcentuales desde 2011. También desde 2011, se han mejorado en veinticinco países de la UE y han empeorado en tres. Los mayores aumentos se han observado en Lituania, Grecia, Letonia, Malta, el Reino Unido, Estonia y los Países Bajos, y los menores, en Rumanía y Eslovenia. El proceso de convergencia, según el cual los países donde se observan peores resultados están creciendo con mayor rapidez que los países con mejores resultados, se ha acelerado en la UE en 2018.
Los Estados miembros se clasifican en cuatro grupos en función de los valores medios de sus indicadores de resultados:
Un indicador compuesto, el índice sintético de Innovación, mediante el cual se calculan los valores medios de los resultados de los Estados miembros, permite clasificarlos en cuatro grupos:




- Líderes en Innovación.
- Fuertemente innovadores.
- Moderadamente innovadores.
- Innovadores modestos
Gráfico 2: Resultados de innovación de los Estados miembros de la UE
Dinamarca, Finlandia, los Países Bajos y Suecia son «líderes en innovación», con unos resultados muy por encima de la media de la UE.
Alemania, Austria, Bélgica, Estonia, Francia, Irlanda, Luxemburgo y el Reino Unido son “innovadores fuertes”, con resultados superiores a la media de la UE.
Los resultados de Chequia, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, España, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Portugal se sitúan por debajo de la media de la UE. Estos países son «innovadores moderados».
Bulgaria y Rumanía son “innovadores modestos”, con unos resultados muy inferiores a la media de la UE.
En la edición de este año, Estonia (que previamente era innovador moderado) se une al grupo de innovadores fuertes. Luxemburgo y el Reino Unido (ambos previamente líderes en innovación) bajan hasta el grupo de innovadores fuertes y Eslovenia (que antes era innovador fuerte) desciende al grupo de innovadores moderados.
Gráfico 3. Cuadro europeo de indicadores de la innovación 2019




Las columnas en color muestran los resultados de los Estados miembros en 2018, utilizando los datos más recientes para veintisiete indicadores, en comparación con los de la UE en 2011. Las columnas en gris indican los resultados obtenidos por cada Estado miembro en 2011, en comparación con los de la UE en ese mismo año. Se ha utilizado el mismo método de medición para todos los años. Las líneas discontinuas indican los valores umbral entre los distintos grupos de resultados en 2018, comparando los resultados obtenidos por los Estados miembros en 2018 y los de la UE en ese mismo año.
El caso de España




España se clasifica como “innovador moderado”. Desde 2011 ha mejorado ligeramente su resultado relativo con la UE, con un empeoramiento temporal hasta el 2014.
Continúan las barreras y desajustes ya comentados en años anteriores. A pesar de la mejora relativa su posición, el puesto 19 entre los 28 estados, es un retroceso respecto al puesto 17 en 2013 y 2017.
Las diferencias estructurales con la UE se pueden ver en la tabla siguiente tal como se publica en el informe. Muchos indicadores se sitúan por debajo o ligeramente por encima de la media de la UE. Hay algunas notables excepciones en las áreas de inversiones, tanto inversión en I+D de las empresas privadas, como en actividades innovadoras no I+D, innovación en la Pymes, colaboración público-privada y patentes, entre otras, que se muestran muy inferiores.




El informe publica también algunas recomendaciones por países.
Corresponden a España:
El desempeño de la innovación en España y el crecimiento de la productividad se ven obstaculizados por niveles bajos de inversión, tanto inversión en I+D de las empresas privadas, como en actividades innovadoras no I+D, innovación en las Pymes, colaboración público-privada y patentes.
El gasto en investigación y desarrollo en el sector empresarial en España es solo la mitad del promedio de la UE, especialmente en las grandes empresas, con disparidades regionales significativas.
Esa divergencia se ve reforzada por el bajo y decreciente índice de ejecución del presupuesto público para investigación y desarrollo.
Las limitaciones en competencias y formación continua son otra barrera importante para el desarrollo y uso de tecnologías avanzadas, en particular por parte de las pequeñas y medianas empresas.
El empleo en los sectores de alta tecnología y en los servicios intensivos en conocimiento está muy por debajo del promedio de la UE en muchas regiones españolas.
Mejorar el desempeño de la innovación en España requiere inversiones significativas para fomentar el emprendimiento y la creación de empresas, ayudas para crecer y promover la competitividad y su adaptación, incluso a través de la digitalización y de actividades de mayor valor añadido con el objetivo de ampliar su presencia en los mercados internacionales.
También requiere un mayor enfoque en las asociaciones público-privadas, la cooperación entre el sector académico y la transferencia de tecnología a empresas, particularmente en favor de las pequeñas y medianas empresas, una gobernanza reforzada de la política de investigación e innovación en todos los niveles gubernamentales y una alineación más estrecha de la I+D con proyectos de innovación regionales y nacionales.
Aunque está mejorando, la tasa de abandono escolar prematuro sigue siendo muy alta en España, con importantes disparidades regionales. Existe un margen para mejorar los resultados educativos que varían mucho en las distintas regiones.
Ambos factores afectan negativamente el potencial a largo plazo para el crecimiento de la productividad. Los esfuerzos para reformar el sistema educativo se han estancado. Las empresas reportan dificultades para encontrar las competencias necesarias para adoptar la innovación, especialmente en lo que respecta a los especialistas en tecnologías de la información y la comunicación.
España aprobó medidas para mejorar el sistema de educación y formación profesional dual, que podría desempeñar un papel clave en la mejora de competencias y calificaciones necesarias para afrontar la innovación, pero la inscripción en esos sistemas sigue siendo moderada.
La tasa de educación terciaria en España está por encima de la media de la UE, pero los graduados terciarios se enfrentan a dificultades para encontrar puestos de trabajo adecuados. El desarrollo del capital humano en todos los niveles de la educación y la formación, incluida la educación superior y la formación profesional, y una mayor cooperación entre la educación y las empresas con miras a mitigar los desajustes existentes en las capacidades, podría impulsar el acceso al mercado laboral de los jóvenes graduados.




También podría proporcionar a las empresas las competecias necesarias para mejorar su capacidad de innovación y aprovechar al máximo el potencial de crecimiento que ofrece la digitalización. El reciclaje de los trabajadores en competencias digitales también permitiría a las empresas españolas seguir siendo competitivas en una economía cada vez más digitalizada. Todas esas acciones contribuirían a la reducción de las disparidades regionales.
Inversión en RSE
Enfocar la política económica relacionada con la inversión en fomentar la innovación, la eficiencia de los recursos y la energía, mejorar la infraestructura de transporte ferroviario y extender las interconexiones de energía con el resto de la UE, teniendo en cuenta las disparidades regionales.
Barreras a la innovación en España
Estas recomendaciones tienen muchos puntos de coincidencia con el análisis de detalle de los indicadores y el establecimiento de causas raíz, que ya publicamos en años anteriores y que calificamos como barreras a la innovación en España.
En la próxima entrada vamos a ver los resultados por “regiones” de la UE.
[1] https://ec.europa.eu/growth/industry/innovation/facts-figures/scoreboards_en